La vendimia en el Marco de Jerez registró una producción final que vuelve a situarse en los niveles habituales
El balance final de la campaña devuelve la producción de uva a los niveles previos a la sequía que desde 2019 está afectando de manera severa al viñedo del Marco de Jerez, donde se incluye Chipiona. Dos son los factores principales que han incidido en esta recuperación: por una parte, y aunque se sigue aún por debajo de la media histórica en términos de pluviometría (en el entorno de los 600 litros por metro cuadrado y año), puede decirse que a lo largo del año agrícola 2023/24 ha llovido bastante y, sobre todo, que las lluvias se han distribuido bien temporalmente.
Por otra parte, en términos generales se ha disfrutado de un verano relativamente suave, con frecuentes e intensas rociadas nocturnas y con muy pocos días de vientos de levante. Estas condiciones han propiciado una maduración muy gradual del fruto, un mayor peso de los racimos y un contenido en azúcar algo menor de lo habitual, alcanzándose finalmente una graduación media de 11,13º Baumé.
El estado sanitario de la uva ha sido óptimo. Las enfermedades habituales de la zona han respetado este año a las viñas, a excepción de algunos brotes de oidio en las zonas costeras y algo de mosquito verde en los viñedos más cercanos al Guadalquivir.
En total han sido 32 las instalaciones registradas en el Consejo Regulador que han recibido y procesado la uva procedente de las 6.873 hectáreas de viñas registradas en nuestras denominaciones de origen. La producción total ha ascendido a 62.571.050 kilos, lo que supone un aumento del 25,39% respecto a la cantidad recogida en 2023 y la vuelta a producciones medias más cercanas a lo habitual en la zona.