Coag considera un alivio para el sector de la flor cortada la llegada de las ayudas por COVID
No todo son malas noticias para el campo y, en concreto, para un sector que lo ha pasado tremendamente mal con la irrupción del COVID: la flor cortada, un cultivo de vital importancia socioeconómica para la provincia de Cádiz, especialmente para Chipiona, epicentro de la flor cortada en España, así como para muchos municipios del Bajo Guadalquivir. Así lo reseña Coag Andalucía en una reciente nota de prensa.
La buena nueva se conocía el pasado jueves, cuando los floricultores empezaban a recibir por fin las tan esperadas ayudas económicas que, desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos –COAG‐ de Cádiz, COAG Andalucía y a nivel estatal, se han reclamado de manera insistente ante los devastadores perjuicios que la pandemia estaba generando en este sector, al borde de la desaparición. En este sentido, Miguel Pérez y Luis Manuel Rivera destacan la gran labor desempeñada por la Asociación de Agricultores Costa Noroeste de Cádiz que, junto a COAG, ha trabajado codo con codo e incansablemente para que estas ayudas sean hoy una realidad.
Las ayudas que se están recibiendo ya son las de la Junta de Andalucía, que corresponden a la Orden de 7 de octubre de 2020, por la que se aprobaban las bases reguladoras de medidas de apoyo urgentes a los agricultores, ganaderos y PYMEs agroalimentarias de los sectores especialmente afectados por la situación generada por el coronavirus (COVID‐19), “con el fin de garantizar la continuidad de su actividad empresarial, en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014‐2020 (Medida 21)”.
De momento, los productores de flor cortada, así como los ganaderos afectados por la pandemia, están recibiendo desde final de la pasada semana las ayudas de la Junta de Andalucía, que tienen una cuantía de 7.000 euros, en el caso de los autónomos productores de flor cortada.
El secretario general de COAG Cádiz y el responsable del sector de la flor en COAG a nivel andaluz han agradecido a las administraciones la llegada de estas ayudas en un momento, además, clave, ya que los cultivos de Chipiona han quedado bajo agua tras la borrasca Filomena y el consiguiente rebosamiento del acuífero de la localidad, lo que ha supuesto la puntilla para los floricultores que han decidido, con mucho esfuerzo y en precario, seguir con la actividad.
“Por ello –comenta Miguel Pérez‐, estas ayudas vienen como agua de mayo para aliviar la ruina de los ganaderos a los que se les cerró el canal Horeca, así como para el sector de la flor cortada”.
“Aunque, obviamente, las ayudas no cubren todos los daños –añade el responsable de COAG Cádiz‐, sí que suponen un sostén importante para que, por ejemplo, el sector de la flor cortada pueda mirar al futuro con cierta esperanza, a pesar del abandono de muchos productores durante 2020”.
De momento, la ayuda que se está recibiendo es la de la Junta de Andalucía y también se está a la espera de las subvenciones del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, aprobadas en el Real Decreto 883/2020, de 6 de octubre, que establece “la concesión de subvenciones a las personas físicas y entidades productoras de flor cortada y planta ornamental en función de la superficie cuya producción de flor cortada y planta ornamental haya sido efectivamente destruida durante el período comprendido entre el 14 de marzo y el 20 de junio de 2020, periodo en el que estuvo vigente el estado de alarma, con el fin de paliar las consecuencias negativas que la declaración del estado de alarma han causado por la imposibilidad de su comercialización”.
Estas ayudas serán compatibles con otras de idéntica finalidad, como las que ya se están percibiendo, cuando la suma total no exceda del valor del material perdido.
El importe de esta subvención se establece entre los 7 y los 80 euros por metro cuadrado de superficie destruida, en función de la especie de flor o planta de la que se trate.